El cierre del ataúd es uno de los servicios funerarios para proteger el cuerpo del difunto. Requiere procedimientos administrativos muy específicos, sobre todo en relación con el lugar de fallecimiento y no con el lugar de nacimiento. Los servicios funerarios permitirán regular los funerales del fallecido, asegurando un entierro muy profesional, acompañado de un maestro de ceremonias que velará por la correcta práctica
¿ Qué es el sellado de ataúdes ?
El sellado es un paso obligatorio para garantizar que los ataúdes no se han abierto después de que se haya celebrado el funeral. Se trata de un dispositivo obligatorio que tradicionalmente se realiza mediante un sello de cera sellado. Se coloca un trozo de cera sobre las diferencias de los tornillos y se funde con una simple llama. A continuación, se aplica un sello metálico que acompaña a la cera y que certifica que no ha sido abierta. Es obligatorio que el sello sea aplicado por un representante legal, ya sea el alcalde del municipio, los servicios funerarios o un agente de policía.
¿ Por qué sellar un ataúd ?
La obligación de precintar un féretro es una garantía de que no habrá sido abierto, asegura el mejor de los acompañamientos funerarios, pero también evita el tráfico de todo tipo. Una vez realizada la declaración de fallecimiento (o el certificado de defunción), es posible instalarla directamente, tanto en el caso de repatriación desde el extranjero como en el caso de inhumación.
Incluso si se destina a la cremación, la instalación de un sello de seguridad es también un paso inevitable. Para el transporte del difunto es necesario utilizar un contenedor galvanizado o utilizar un modelo con plomo en el caso de repatriación del cuerpo o de inhumación, que es un caso especial. Existe el requisito de que los gases de descomposición no puedan salir del contenedor, por lo que éste debe ser completamente hermético en cualquier circunstancia. Por ello, el uso de un precinto es absolutamente necesario y obligatorio, según las circunstancias, en relación con las condiciones de transporte del cuerpo, pero para cumplir con la legislación vigente, es importante que la tarea sea realizada por un profesional.
En el marco de los contratos funerarios, se pueden hacer algunos arreglos especiales en cuanto al tipo de ataúd, su tamaño, material y otros accesorios interiores. Pero en ningún caso se puede regular el uso por este tipo de contrato, no importa qué tipo de muerte y dónde se haya producido, las obligaciones legislativas deben mantenerse y aplicarse en todo momento.
Tenga en cuenta: El lugar de enterramiento del difunto puede estar en 3 lugares diferentes. El primero se encuentra en el municipio del fallecido, el segundo en el municipio de la muerte y el tercero en el panteón familiar.
¿ Quién lleva a cabo el sellado del ataúd ?
Se trata de una operación muy regulada que debe llevarse a cabo en condiciones estrictas. Sólo las personas autorizadas (concejales) pueden estar preparadas para llevar a cabo el sellado de un féretro, siguiendo el proceso descrito anteriormente. Utilizando una cera que se fundirá en los tornillos delanteros y traseros del ataúd, fijando directamente el sello de la ciudad. Si el personal elegido no puede estar presente para llevar a cabo el proceso, puede delegar esta autoridad en una persona con mandato de la policía.
Por último, haciendo uso de una dispensa excepcional, la funeraria está facultada para llevar a cabo la colocación, esta vez utilizando un sello especialmente diseñado por la funeraria y no utilizando el del ayuntamiento. Una vez depositado en uno de los cementerios de la ciudad, las diversas aplicaciones de cera que se han realizado garantizan que no se haya abierto.
¿ Cómo se sellan los ataudes ?
Aunque la ley de modernización de la justicia se adoptó hace varios años, la supervisión del sellado de los ataúdes debe seguir aplicándose. La ley permite una mayor flexibilidad, aunque el método tradicional es básicamente el lacre, ahora es posible utilizar precintos de plástico o incluso etiquetas de seguridad VOID. El proceso puede parecer sorprendente, pero está totalmente aprobado y ofrece muchas ventajas. En cualquier caso, se trata de una etiqueta a prueba de manipulaciones que ha sido diseñada especialmente para los servicios funerarios. Dispone de un indicador de apertura para garantizar que el ataúd no se ha abierto nunca. Más rápidas de aplicar que las soluciones tradicionales a base de cera, las etiquetas adhesivas son cada vez más utilizadas por las funerarias para sellar un ataúd.